lunes, 27 de enero de 2014

Reflexiones

¿No es el miedo al fracaso lo que nos hace abandonar nuestros sueños? Preferimos la seguridad anodina antes que afrontar el riesgo de perseguir lo que de verdad nos hace sentir plenos, alegres, felices, porque el fracaso no está en no alcanzar los objetivos que nos hemos propuesto, el fracaso reside en no intentarlo, en renunciar a luchar, en escondernos de la vida y aceptar nuestro miedo como una barrera insalvable que nos hace ver como imposible aquello que tal vez podríamos lograr si nos atreviésemos por  una vez a soltar amarres, a navegar sin ver la costa...

¿Cuales son los momentos que recordáis con más intensidad? ¿No son aquellos en los que olvidamos el miedo y nos decidimos a luchar por aquello que sentíamos que era  nuestro camino, nuestro sueño, que nos acercaba a quienes sentimos que somos de verdad? 

Si sientes que tu vida no es como debiera, que has abandonado los sueños que te hacían sentirte vivo, no te resignes, abandona tu refugio, acepta el peligro, la incertidumbre, la inseguridad y podrás encontrar de nuevo tu camino, el que conduce a los sueños que no son fantasías sino esa parte de nosotros que en ocasiones nos empeñamos en silenciar.

En la vida solo hay que tener valor para vivir los sueños, incluso aquello que nos parece inalcanzable, lo que aparenta ser imposible, puede estar a nuestro alcance.

¿Por qué temer los cambios? Toda la vida es un cambio. 

Cuando menos lo esperamos la vida nos coloca delante un desafío que pone a prueba nuestro coraje y nuestra voluntad de cambio. Paulo Coelho.

Donde esta la vida, está la esperanza.

Ve a ver el mundo, afronta los peligros que vendrán, descubre lo que hay tras los muros, encuentra a otras personas y siente.

Al fin y al cabo somos lo que hacemos para cambiar lo que somos. Eduardo Galiano.

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